Importancia de las complicaciones
La cirugía del hipospadias se realiza sobre un órgano cuya correcta función y aspecto tendrán gran repercusión en el desarrollo de la autoimagen y autoestima futura del niño.
Son muchas las condiciones que pueden repercutir negativamente en el posterior desarrollo psicosexual del niño.
….Forma anormal del glande, posición anómala del meato, un tamaño inadecuado del pene.
…la presencia de curvatura o posición anómala del pene respecto al escroto, chorro orina en spray, la presencia de fístulas, goteo post-miccional, eyaculación débil o divertículos uretrales.
Por tanto, se hace necesario un seguimiento a lo largo de todo el proceso de desarrollo del niño desde la intervención a la edad adulta.
Con más de 300 distintas variantes técnicas descritas en la literatura para su tratamiento, el manejo de los pacientes afectos de hipospadias ha sufrido grandes cambios a lo largo de la historia.
Estos cambios han ocurrido fruto no solo de los adelantos técnicos, sino también, debido a los diferentes conceptos y objetivos que, sobre la enfermedad, han imperado en cada momento de la historia.
Distintos objetivos en la historia de la enfermedad
La primera cura conocida del hipospadias que fue recogida por Antyl en el siglo I. AC: Hablaba de «..amputación detrás del orificio..». Galeno utilizaba una técnica de estiramiento de la piel sobre el meato hasta el glande.
Lejos de estos tratamientos primitivos, los pioneros de la cirugía moderna del hipospadias prestaban atención sólo a los casos más severos (pero sin unas expectativas muy ambiciosas en cuanto a los resultados).
Beck en 1917, se conformaba con corregir la curvatura y conseguir un pene recto con un chorro de orina sin estenosis; dando igual la posición en que quedara el meato y la estética final del pene.
Afortunadamente, las técnicas quirúrgicas modernas permiten avanzar en nuestras expectativas.
Rich (J urol 1989): dice “…disponemos, de técnicas novedosas que nos deben hacer conseguir un pene de aspecto normal tras la cirugía del Hipospadias…”
Por lo tanto en la actualidad la cirugía debe perseguir un resultado funcional normal y un resultado estético que no diste mucho del que tiene un niño circuncidado.
La consecuencia de todo esto es que en la actualidad, nuestros objetivos han cambiado y ofrecemos tratamiento también a los casos más leves, donde la repercusión funcional es mínima: con el fin de conseguir una normalidad estética.
¿Qué es un buen resultado?
Por lo tanto, el concepto de ¿qué es un buen o mal resultado? ha cambiado con los tiempos. Resultados que anteriormente podrían considerarse satisfactorios, hoy en día podrían ser considerados inaceptables.
Esto es particularmente importante en el tratamiento de los hipospadias más distales con meato glandular, los llamados hipospadias mínimos balaníticos distales.
En los hipospadias distales se reconocen estigmas de la enfermedad con una anatomía casi normal. En estos pacientes la cirugía debe conseguir un aspecto prácticamente normal al pene sin marcas diferentes a las que tendría un niño circuncidado.
Por todo ello, los resultados y posibles complicaciones deben evaluarse en cuanto a la anatomía, el aspecto estético y en cuanto la función.
En un esfuerzo por obtener los mejores resultados y minimizar las complicaciones, son muchos los trabajos que intentan identificar qué factores independientes son los que se relacionan con la aparición de complicaciones.
Esfuerzo por mejorar
Se dan en la literatura muchos consejos y recomendaciones, como son: el uso de lupas de magnificación, de suturas absorbibles monofilamento, torniquete en la base del pene o adrenalina, antibióticos postoperatorios, vendaje y algún tipo de derivación urinaria.
Sin embargo, a pesar de usar una buena técnica y seguir todas estas recomendaciones: en un buen número de pacientes aparecerán complicaciones tras la cirugía. Algunas complicaciones serán precoces y otras pueden aparecer meses o años después incluso tras la pubertad o períodos de tiempo aun más largos.